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con toda su alma haber entrado en casa de las Troyas, y
resuelto a emplear mejor el tiempo, mientras su hipocondria
le durase, recorrio las calles de la poblacion.
[25] Visito el mercado, la calle de la Triperia, donde estaban
las principales tiendas; observo los diversos aspectos que
ofrecian la industria y comercio de la gran Orbajosa, y
como no hallara sino nuevos motivos de aburrimiento,
encaminose al paseo de las Descalzas; pero no vio en el
[30] mas que algunos perros vagabundos, porque con motivo del
viento molestisimo que reinaba, caballeros y senoras se
habian quedado en sus casas. Fue a la botica, donde
hacian tertulia diversas especies de progresistas rumiantes,
que estaban perpetuamente masticando un tema sin fin;
pero alli se aburrio mas. Pasaba al fin junto a la catedral, 97
cuando sintio el organo y los hermosos cantos del coro.
Entro, arrodillose delante del altar mayor, recordando las
advertencias que acerca de la compostura dentro de la
[5] iglesia le hiciera su tia; visito luego una capilla, y se disponia
a entrar en otra, cuando un acolito, celador o perrero
se le acerco, y con modales muy descorteses y descompuesto
lenguaje, le hablo asi:
--Su Ilustrisima dice que se plante usted en la calle.
[10] El ingeniero sintio que la sangre se agolpaba en su cerebro.
Sin decir una palabra obedecio. Arrojado de todas
partes por fuerza superior o por su propio hastio, no tenia
mas recurso que ir a casa de su tia, donde le esperaban:
1. deg. El tio Licurgo, para anunciarle un segundo pleito.
[15] 2. deg. El Sr. D. Cayetano, para leerle un nuevo trozo de su
discurso sobre los linajes de Orbajosa. 3. deg. Caballuco,
para un asunto que no habia manifestado. 4. deg. Dona
Perfecta y su sonrisa bondadosa, para lo que se vera en el
capitulo siguiente.
XIV
=La discordia sigue creciendo=
[20] Una nueva tentativa de ver a su prima Rosario fracaso
al caer de la tarde. Pepe Rey se encerro en su cuarto para
escribir varias cartas, y no podia apartar de su mente una
idea fija.
--Esta noche o manana--decia,--se acabara esto de
[25] una manera o de otra.
Cuando le llamaron para la cena, dona Perfecta se dirigio
a el en el comedor, diciendole de buenas a primeras:
--Que
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