?crees
que no hay leyes para impedir tu violencia?
--Porque hay leyes digo y repito que me casare con
[20] ella.
--Nada respetas.
--Nada que sea indigno de respeto.
--Y mi autoridad, y mi voluntad, yo... ?yo no soy
nada?
[25] --Para mi su hija de usted es todo: lo demas nada.
La entereza de Pepe Rey era como los alardes de una
fuerza incontrastable, con perfecta conciencia de si misma.
Daba golpes secos, contundentes, sin atenuacion de ningun
genero. Sus palabras parecian, si es permitida la comparacion,
[30] una artilleria despiadada.
Dona Perfecta cayo de nuevo en el sofa; pero no lloraba,
y una convulsion nerviosa agitaba sus miembros.
--De modo que para este ateo infame--exclamo con
franca rabia,--no hay conveniencias sociales, no hay nada
mas que un capricho. Eso es una avaricia indigna. Mi 140
hija es rica.
--Si piensa usted herirme con esa arma sutil,
tergiversando la cuestion e interpretando torcidamente mis
[5] sentimientos, para lastimar mi dignidad, se equivoca, querida tia.
Llameme usted avaro. Dios sabe lo que soy.
--No tienes dignidad.
--Esa es una opinion como otra cualquiera. El mundo
podra tenerla a usted en olor de infalibilidad. Yo no. Estoy
[10] muy lejos de creer que las sentencias de usted no tengan
apelacion ante Dios.
--?Pero es cierto lo que dices?... ?Pero insistes
despues de mi negativa?... Tu lo atropellas todo, eres
un monstruo, un bandido.
[15] --Soy un hombre.
--iUn miserable! Acabemos: yo te niego a mi hija,
yo te la niego.
--iPues yo la tomare! No tomo mas que lo que es mio.
--Quitate de mi presencia--exclamo la senora, levantandose
[20] de subito.--Fatuo, ?crees que mi hija se acuerda de ti?
--Me ama, lo mismo que yo a ella.
--iMentira, mentira!
--Ella misma me lo ha dicho. Dispenseme usted si en
esta cuestion doy mas fe a la opinion de ella que a la de
[25] su mama.
--?Cuando te lo ha dicho, si no la has visto en muchos
dias?
--La he visto anoche y me ha jurado ante el Cristo de la
capilla que seria mi mujer.
[30] --iOh escandalo y libertinaje!... ?Pero que es esto?
iDios mio, que deshonra!--exclamo dona Perfecta
comprimiendose otra vez con ambas manos la cabeza y dando
algunos pasos por la habitacion.--?Rosario salio
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