20] insignificantes de la localidad. En Espana, y principalmente
en tiempo de guerras, que son siempre aqui desmoralizadoras,
suelen verse esas condescendencias infames con los
grandes, mientras se persigue sin piedad a los pequenuelos.
Valido, pues, de su audacia, del soborno, o no sabemos de
[25] que, Caballuco entraba en Orbajosa, reclutaba mas gente,
reunia armas y acopiaba dinero. Para mayor seguridad de
su persona, o para cubrir el expediente, no ponia los pies en
su casa, apenas entraba en la de dona Perfecta para tratar
de asuntos importantes, y solia cenar en casa de este o del
[30] otro amigo, prefiriendo siempre el respetado domicilio de
algun sacerdote, y principalmente el de don Inocencio,
donde recibiera asilo en la manana funesta de las prisiones.
En tanto Batalla habia telegrafiado al Gobierno diciendole
que, descubierta una conspiracion facciosa, estaban
presos sus autores, y los pocos que lograron escapar anda 186
ban dispersos y fugitivos, _activamente perseguidos por nuestras
columnas_.
XXVI
Maria Remedios
Nada mas entretenido que buscar el origen de los sucesos
[5] interesantes que nos asombran o perturban, ni nada mas
grato que encontrarlo. Cuando vemos arrebatadas pasiones
en lucha encubierta o manifiesta, llevados del natural impulso
inductivo que acompana siempre a la observacion humana,
logramos descubrir la oculta fuente de donde aquel revuelto
[10] rio ha traido sus aguas, experimentamos sensacion muy
parecida al gozo de los geografos y buscadores de tierras.
Este gozo nos lo ha concedido Dios ahora, porque explorando
los escondrijos de los corazones que laten en esta
historia, hemos descubierto un hecho que seguramente es el
[15] engendrador de los hechos mas importantes que hemos
narrado; una pasion que es la primera gota de agua de esta
alborotada corriente, cuya marcha estamos observando.
Continuemos, pues, la narracion. Para ello dejemos a la
senora de Polentinos, sin cuidarnos de lo que pudo ocurrirle
[20] en la manana de su dialogo con Maria Remedios. Penetra
llena de zozobra en su vivienda, donde se ve obligada a
soportar las excusas y cortesanias del Sr. Pinzon, quien
asegura que mientras el existiera, la casa de la senora no
seria regist
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