ieres resolver un
problema grave, sales con tales patochadas. Yo imagino
un recurso mas digno de personas nobles y bien nacidas.
[10] iApalear! ique estupidez! Ademas, no quiero que mi
sobrino reciba un rasguno por orden mia: eso de ninguna
manera. Dios le enviara su castigo por cualquiera de los
admirables caminos que El sabe elegir. Solo nos corresponde
trabajar porque los designios de Dios no hallen
[15] obstaculo, Maria Remedios: es preciso en estos asuntos ir
directamente a las causas de las cosas. Pero tu no entiendes
de causas... tu no ves mas que pequeneces.
--Sera asi--dijo humildemente la sobrina del cura.--iPara
que me hara Dios tan necia, que nada de esas
[20] sublimidades entiendo!
--Es preciso ir al fondo, al fondo, Remedios. ?Tampoco
entiendes ahora?
--Tampoco.
--Mi sobrino, no es mi sobrino, mujer: es la blasfemia,
[25] el sacrilegio, el ateismo, la demagogia... ?Sabes lo que
es la demagogia?
--Algo de esa gente que quemo a Paris con petroleo, y
los que derriban las iglesias y fusilan las imagenes...
Hasta ahi vamos bien.
[30] --Pues mi sobrino es todo eso... iAh! isi el estuviera
solo en Orbajosa!... Pero no, hija mia. Mi
sobrino, por una serie de fatalidades, que son otras tantas
pruebas de los males pasajeros que a veces permite Dios
para nuestro castigo, equivale a un ejercito, equivale a la
autoridad del Gobierno, equivale al alcalde, equivale al 181
juez; mi sobrino no es mi sobrino; es la nacion oficial,
Remedios; es esa segunda nacion, compuesta de los perdidos
que gobiernan en Madrid, y que se ha hecho duena de
[5] la fuerza material; de esa nacion aparente, porque la real
es la que calla, paga y sufre; de esa nacion ficticia que
firma al pie de los decretos y pronuncia discursos y hace
una farsa de gobierno y una farsa de autoridad y una farsa
de todo. Eso es hoy mi sobrino; es preciso que te acostumbres
[10] a ver lo interno de las cosas. Mi sobrino es el
Gobierno, el brigadier, el alcalde nuevo, el juez nuevo, porque
todos le favorecen a causa de la unanimidad de sus
ideas; porque son una y carne, lobos de la misma manada...
Entiendelo bien; hay que defenderse de todos ellos,
[15] porque todos son uno, y uno es todos; hay que atacarles de
comun, y no con palizas al volver de una esquina, sino como
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