s gafas de oro para
limpiarlas, y luego clavo sucesivamente la vista en los
demas que ocupaban la estancia, incluso Caballuco que,
entrando poco antes, se sentara en el borde de una silla.
[30] Dona Perfecta les miro como mira un general a sus queridos
cuerpos de ejercito. Despues examino el semblante
meditabundo y sereno de su sobrino, de aquel estrategico
enemigo que se presentaba de improviso cuando se le creia en
vergonzosa fuga.
iAy! iSangre, ruina y desolacion!... Una gran 108
batalla se preparaba.
XVI
=Noche=
Orbajosa dormia. Los mustios farolillos del publico
alumbrado despedian en encrucijadas y callejones su postrer
[5] fulgor como cansados ojos que no pueden vencer el sueno.
A su debil luz se escurrian envueltos en sus capas los vagabundos,
los rondadores, los jugadores. Solo el graznar del
borracho o el canto del enamorado turbaban la callada paz
de la ciudad historica. De pronto el _Ave Maria Purisima_
[10] de vinoso sereno sonaba como un quejido enfermizo del
durmiente poblachon.
En la casa de dona Perfecta tambien habia silencio.
Turbabalo tan solo un dialogo que en la biblioteca del Sr.
D. Cayetano sostenian este y Pepe Rey. Sentabase el
[15] erudito reposadamente en el sillon de su mesa de estudio,
la cual aparecia cubierta por diversas suertes de papeles,
conteniendo notas, apuntes y referencias, sin que el mas
pequeno desorden las confundiese, a pesar de su mucha
diversidad y abundancia. Rey fijaba los ojos en el copioso
[20] monton de papeles; pero sus pensamientos volaban sin
duda en regiones muy distantes de aquella sabiduria.
--Perfecta--dijo el anticuario,--aunque es una mujer
excelente, tiene el defecto de escandalizarse por cualquier
accion frivola e insignificante. Amigo, en estos pueblos de
[25] provincia el menor desliz se paga caro. Nada encuentro
de particular en que usted fuese a casa de las Troyas. Se
me figura que D. Inocencio, bajo su capita de hombre de
bien, es algo cizanoso. ?A el que le importa?...
--Hemos llegado a un punto, Sr. D. Cayetano, en que
[30] es preciso tomar una determinacion energica. Yo necesito
ver y hablar a Rosario.
--Pues veala usted. 109
--E
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