inmunda gusanera de pleitos. Habia hecho
proposito de renunciar a la propiedad de sus fincas; pero
entre tanto su dignidad le obligaba a no ceder ante las
[15] marrullerias de los sagaces palurdos; y como el Ayuntamiento
le reclamo tambien por supuesta confusion de su
finca con un inmediato monte de Propios, viose el desgraciado
joven en el caso de tener que disipar las dudas que
acerca de su derecho surgian a cada paso. Su honra estaba
[20] comprometida, y no habia otro remedio que pleitear o morir.
Habiale prometido dona Perfecta en su magnanimidad
ayudarle a salir de tan torpes lios por medio de un arreglo
amistoso; pero pasaban dias y los buenos oficios de la
ejemplar senora no daban resultado alguno. Crecian los
[25] pleitos con la amenazadora presteza de una enfermedad
fulminante. Pepe Rey pasaba largas horas del dia en el
Juzgado dando declaraciones, contestando a preguntas y a
repreguntas, y cuando se retiraba a su casa, fatigado y
colerico, veia aparecer la afilada y grotesca caratula del
[30] escribano, que le traia regular porcion de papel sellado
lleno de horribles formulas... para que fuese estudiando
la cuestion.
Se comprende que aquel no era hombre a proposito para
sufrir tales reveses, pudiendo evitarlos con la ausencia.
Representabase en su imaginacion a la noble ciudad de su 77
madre como una horrible bestia que en el clavaba sus
feroces unas y le bebia la sangre. Para librarse de ella
bastabale, segun su creencia, la fuga; pero un interes
[5] profundo, como interes del corazon, le detenia, atandole a
la pena de su martirio con lazos muy fuertes. Sin embargo,
llego a sentirse tan fuera de su centro, llego a verse tan
extranjero, digamoslo asi, en aquella tenebrosa ciudad de
pleitos, de antiguallas, de envidia y de maledicencia, que
[10] hizo proposito de abandonarla sin dilacion, insistiendo al
mismo tiempo en el proyecto que a ella le condujera. Una
manana, encontrando ocasion a proposito, formulo su plan
ante dona Perfecta.
--Sobrino mio--repuso la senora con su acostumbrada
[15] dulzura:--no seas arrebatado. Vaya, que pareces de
fuego. Lo mismo era tu padre ique hombre! Eres una
centella... Ya te he dicho que con muchisimo gusto te
llamare hijo mio. Aunque no tuvieras las buenas cualidades
y el talento que te di
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