disima persona, y un Intendente de
rentas, hombre de bien, si los habia, temeroso de Dios como ninguno,
servicial y placentero que no habia mas que pedir.... Por cierto que
murio anos despues en Cadiz, de una disenteria cuando el sitio del
frances. Estas eran las personas constantes alrededor de Su Ilustrisima;
ademas habia otras muchas que alternaban cuando les parecia oportuno.
--Para que usted se forme una idea del caracter del bendito senor
Intendente, voy a referirle un suceso digno, por otra parte, de que se
imprimiese en letras de oro.
Presentose una noche en la tertulia algo mas tarde de lo acostumbrado y
con aire de hondo disgusto en su fisonomia. Tratamos de averiguar la
causa, y despues de mil ruegos, hasta del senor Obispo que le queria
mucho, pudimos arrancarle estas palabras:--"Senores, tenemos comediantes
en la ciudad"; palabras que hicieron en la tertulia una impresion
desagradabilisima, porque faltaban diez y siete dias para la cuaresma, y
el pueblo, con la guerra y con las ideas locas que se iban apoderando de
la gente, mas que comedias necesitaba sermones. Pues, senor, tratose
seriamente sobre el particular, y se autorizo al fin al Intendente para
que el lo arreglara a su antojo. Y, efectivamente, al otro dia se
presento al director de la compania, que ya habia arrendado una bodega
en la calle de las Naranjas, diciendole que era preciso que a todo
trance saliese de Santander.--El pobre hombre se quedo hecho una
estatua al oir la proposicion.--"Senor, le dijo, mire V.S. que vengo
desde mas alla de Becerrilejo; que traigo ocho de familia y cuatro
caballerias para ellos y para los equipajes; que he pagado adelantado el
alquiler de la bodega, y he gastado mucho en colocar la tramoya que V.S.
esta viendo. Si me marcho sin dar media docena de funciones, me pierdo
para toda la vida.--?Cuanto pueden valerle a usted las seis funciones?,
le pregunto el Intendente.--Yo cuento, senor, con que no baje de
quinientos reales despues de pagar la bodega, las luces y los dos
tamborileros que han de tocar durante los intermedios.--Pues ahi van
mil, contesto el bendito senor, dandole un cartucho de monedas que ya
llevaba preparado al efecto; pero es preciso que ahora mismo desaloje
usted el local, y sin perder un solo minuto salga con su gente de
Santander." El comediante vio el cielo abierto, hizo lo que deseaba el
Intendente, y, sin salir este de la bodega, se desarmo la tramoya, se
cargaron las caballerias, montaron l
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