Nebel sintio entonces el fustazo de reaccion en la cepa profunda de su
familia.
--iQue es, no se!--repuso con la voz precipitada a su vez--pero no
solo se niega a asistir, sino que tampoco da su consentimiento.
--?Que? ?que se niega? ?Y por que? ?Quien es el? iEl mas autorizado
para esto!
Nebel se levanto:
--Senora...
Pero ella se habia levantado tambien.
--iSi, el! iUsted es una criatura! iPreguntele de donde ha sacado su
fortuna, robada a sus clientes! iY con esos aires! iSu familia
irreprochable, sin mancha, se llena la boca con eso! iSu
familia!... iDigale que le diga cuantas paredes tenia que saltar para
ir a dormir con su mujer, antes de casarse! iSi, y me viene con su
familia!... iMuy bien, vayase; estoy hasta aqui de hipocresias! iQue lo
pase bien!
III
Nebel vivio cuatro dias vagando en la mas honda desesperacion. ?Oue
podia esperar despues de lo sucedido? Al quinto, y al anochecer,
recibio una esquela:
"Octavio: Lidia esta bastante enferma, y solo su
presencia podria calmarla.
Maria S. de Arrizabalaga."
Era una treta, no tenia duda. Pero si su Lidia en verdad...
Fue esa noche y la madre lo recibio con una discrecion que asombro a
Nebel, sin afabilidad excesiva, ni aire tampoco de pecadora que
pide disculpa.
--Si quiere verla...
Nebel entro con la madre, y vio a su amor adorado en la cama, el
rostro con esa frescura sin polvos que dan unicamente los 14 anos, y
el cuerpo recogido bajo las ropas que disimulaban notablemente su
plena juventud.
Se sento a su lado, y en balde la madre espero a que se dijeran algo:
no hacian sino mirarse y reir.
De pronto Nebel sintio que estaban solos, y la imagen de la madre
surgio nitida: "se va para que en el transporte de mi amor
reconquistado, pierda la cabeza y el matrimonio sea asi forzoso". Pero
en ese cuarto de hora de goce final que le ofrecian adelantado y
gratis a costa de un pagare de casamiento, el muchacho, de 18 anos,
sintio--como otra vez contra la pared--el placer sin la mas leve
mancha, de un amor puro en toda su aureola de poetico idilio.
Solo Nebel pudo decir cuan grande fue su dicha recuperada en pos del
naufragio. El tambien olvidaba lo que fuera en la madre explosion de
calumnia, ansia rabiosa de insultar a los que no lo merecen. Pero
tenia la mas fria decision de apartar a la madre de su vida una vez
casados. El recuerdo de su tierna novia, pura y riente en la cama de
que se habia destendido un
|