FREE BOOKS

Author's List




PREV.   NEXT  
|<   26   27   28   29   30   31   32   33   34   35   36   37   38   39   40   41   42   43   44   45   46   47   48   49   50  
51   52   53   54   55   56   57   58   59   60   61   62   63   64   65   66   67   68   69   70   71   72   73   74   75   >>   >|  
a entradas en anos y de aspecto maligno fingian gran interes por conocer los versos, y hasta se llevaban de vez en cuando una mano a la oreja para oir mejor. Pero al mismo tiempo las dos seguian conversando detras de sus abanicos. En ciertos momentos dejaban estos sobre sus rodillas para aplaudir y gritar: "iBravo!"; pero volvian a recobrarlos y los desplegaban, riendo de la duena de la casa bajo el amparo de su tela. Robledo estaba detras de ellas, apoyado en el quicio de una puerta y medio oculto por el cortinaje. Como la condesa declamaba con vehemencia, las dos senoras se veian obligadas a elevar un poco el tono de su voz, y el ingeniero, que era de oido sutil, pudo enterarse de lo que decian. --Seria preferible--murmuraba una de ellas--que en vez de regalarnos con versos, preparase un _buffet_ mejor para sus invitados. La otra protesto. En casa de la Titonius, la mesa era mas peligrosa cuanto mas abundante. Se necesitaba un valor heroico para aceptar la invitacion a sus comidas, que ella misma preparaba. --A los postres hay que pedir por telefono un medico, y alguna vez sera preciso avisar a la Agencia de pompas funebres. Entre risas sofocadas, recordaban la historia de la duena de la casa. Habia sido rica en otros tiempos; unos decian que por sus padres; otros, que por sus amantes. Para llegar a condesa se habia casado con el conde Titonius, personaje arruinado e insignificante, que considero preferible esta humillacion a pegarse un tiro. Ocupaba en la casa una situacion inferior a la de los domesticos. Cuando la condesa tenia excitados los nervios por la infidelidad de alguno de sus jovenes admiradores arrojaba escaleras abajo las camisas y calzoncillos del conde, ordenandole como una reina ofendida que desapareciese para siempre. Pero pasada una semana, al organizar la poetisa una nueva fiesta, reaparecia el desterrado, siempre humilde y melancolico, encogiendose como si temiese ocupar demasiado espacio en los salones de su mujer. --Yo no se--continuo una de las murmuradoras--para que da estas fiestas estando arruinada. Fijese en la mesa que nos ofrecera luego. Los grandes pasteles y las frutas ricas que adornan el centro son alquiladas por una noche, lo mismo que sus domesticos. Todos lo saben, y nadie se atreve a tocar esas cosas apetecibles por miedo a su enfado. La gente se limita al te y las galletas, fingiendose desganada. Cesaron en sus murmuraciones para aplaudir a la poetisa, y esta,
PREV.   NEXT  
|<   26   27   28   29   30   31   32   33   34   35   36   37   38   39   40   41   42   43   44   45   46   47   48   49   50  
51   52   53   54   55   56   57   58   59   60   61   62   63   64   65   66   67   68   69   70   71   72   73   74   75   >>   >|  



Top keywords:

condesa

 
poetisa
 

aplaudir

 

preferible

 

decian

 

Titonius

 
siempre
 

domesticos

 

detras

 

versos


organizar

 

arruinado

 

amantes

 
ordenandole
 
padres
 

pasada

 

casado

 

semana

 

llegar

 

insignificante


ofendida
 

personaje

 
desapareciese
 

Cuando

 
excitados
 
pegarse
 

fiesta

 

inferior

 

Ocupaba

 
situacion

nervios
 
infidelidad
 
humillacion
 
camisas
 

calzoncillos

 

escaleras

 

arrojaba

 

alguno

 

jovenes

 
admiradores

considero

 

atreve

 

alquiladas

 
frutas
 

adornan

 

centro

 

fingiendose

 
galletas
 

desganada

 

Cesaron