o el panorama que delante tenia,--no puede ser
mas desagradable. La historica ciudad de Orbajosa,[1] cuyo
nombre es, sin duda, corrupcion de _urbs augusta_, parece un
gran muladar.
[Nota 1: Ya se ha dicho que todos los nombres locales son imaginarios.]
[25] --Es que de aqui no se ven mas que los arrabales--afirmo
con disgusto el guia.--Cuando entre usted en la
calle Real y en la del Condestable, vera fabricas tan hermosas
como la de la catedral.
--- No quiero hablar mal de Orbajosa antes de conocerla--dijo
[30] el caballero.--Lo que he dicho no es tampoco senal
de desprecio; que humilde y miserable, lo mismo que
hermosa y soberbia, esa ciudad sera siempre para mi muy
querida, no solo por ser patria de mi madre, sino porque en
ella viven personas a quienes amo ya sin conocerlas. Entremos, 16
pues, en la ciudad _augusta_.
Subian ya por una calzada proxima a las primeras calles,
e iban tocando las tapias de las huertas.
[5] --?Ve usted aquella gran casa que esta al fin de esta
gran huerta por cuyo bardal pasamos ahora?--dijo el tio
Licurgo, senalando el enorme paredon revocado de la unica
vivienda que tenia aspecto de habitabilidad comoda y alegre.
--Ya... ?aquella es la vivienda de mi tia?
[10] --Justo y cabal. Lo que vemos es la parte trasera de la
casa. El frontis da a la calle del Condestable, y tiene cinco
balcones de hierro que parecen cinco castillos. Esta hermosa
huerta que hay tras la tapia es la de la casa, y si usted
se alza sobre los estribos, la vera toda desde aqui.
[15] --Pues estamos ya en casa--dijo el caballero.--?No se
puede entrar por aqui?
--Hay una puertecilla; pero la senora la mando tapiar.
El caballero se alzo sobre los estribos, y alargando cuanto
pudo la cabeza, miro por encima de las bardas.
[20] --Veo la huerta toda--indico.--Alli, bajo aquellos arboles,
esta una mujer, una chiquilla... una senorita....
--Es la senorita Rosario--repuso Licurgo.
Y al instante se alzo tambien sobre los estribos para
mirar.
[25] --iEh! senorita Rosario--grito, haciendo con la derecha
mano gestos muy significativos.--Ya estamos aqui...
aqui le traigo a su primo.
--Nos ha visto--dijo el caballero, estirando el pescuezo
hasta el ultimo grado.--Pero si no me engano, al lado de
[30] ella esta un clerigo... un senor
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