lmente
[15] contestada, ponia en comunicacion aquellos dos corazones,
cuya ternura ni el tiempo ni la distancia podian enfriar.
En 1870, cuando D. Juan Rey, satisfecho de haber
desempenado bien su mision en la sociedad, se retiro a vivir en su
hermosa casa de Puerto Real, Pepe, que ya habia trabajado
[20] algunos anos en las obras de varias poderosas companias
constructoras, emprendio un viaje de estudio a Alemania e
Inglaterra. La fortuna de su padre (tan grande como puede
serlo en Espana la que solo tiene por origen un honrado
bufete), le permitia librarse en breves periodos del yugo del
[25] trabajo material. Hombre de elevadas ideas y de inmenso
amor a la ciencia, hallaba su mas puro goce en la
observacion y estudio de los prodigios con que el genio del siglo
sabe cooperar a la cultura y bienestar fisico y
perfeccionamiento moral del hombre.
[30] Al regresar del viaje, su padre le anuncio la revelacion de
un importante proyecto, y como Pepe creyera que se trataba
de un puente, darsena o cuando menos saneamiento de
marismas, sacole de tal error D. Juan, manifestandole su
pensamiento en estos terminos:
--Estamos en Marzo y la carta trimestral de Perfecta no 20
podia faltar. Querido hijo, leela, y si estas conforme con
lo que en ella manifiesta esa santa y ejemplar mujer, mi
querida hermana, me daras la mayor felicidad que en mi
[5] vejez puedo desear. Si no te gustase el proyecto, desechalo
sin reparo, aunque tu negativa me entristezca; que en el
no hay ni sombra de imposicion por parte mia. Seria
indigno de mi y de ti que esto se realizase por coaccion de
un padre terco. Eres libre de aceptar o no, y si hay en tu
[10] voluntad la mas ligera resistencia, originada en ley del
corazon o en otra causa, no quiero que te violentes por mi.
Pepe dejo la carta sobre la mesa, despues de pasar la
vista por ella, y tranquilamente dijo:
--Mi tia quiere que me case con Rosario.
[15] --Ella contesta aceptando con gozo mi idea--dijo el
padre muy conmovido.--Porque la idea fue mia... si,
hace tiempo, hace tiempo que la concebi... pero no habia
querido decirte nada, antes de conocer el pensamiento de
mi hermana. Como ves, Perfecta acoge con jubilo mi plan;
[20] dice que tambien habia pensado en lo mismo; pero que no
se atrevia a manifestarmelo, por s
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