FREE BOOKS

Author's List




PREV.   NEXT  
|<   15   16   17   18   19   20   21   22   23   24   25   26   27   28   29   30   31   32   33   34   35   36   37   38   39  
40   41   42   43   44   >>  
cuerpo, y--lo confieso--!tuve miedo! Sali de la estancia precipitadamente, seguido de Paulino, y tropezando con andamios y botes de pintura, fuimos a dar hasta la alcoba en donde Antonio dormia tranquilo. --iAntonio, por Dios! exclame. iEste lugar esta embrujado! --?Que pasa? ?Que sucede? iPero, hombre!, anadio Antonio, al encender la bujia y ver la expresion de nuestros rostros. ?Que teneis? ?Estais locos? --Poco menos, te aseguro. Y le referi atropelladamente lo que acababamos de oir. --iVamos, hombre! iNo puede ser! Estais sonando. Vamos alla, y veras como no hay nada. --iNo! iNo vayamos! --Si, dijo resueltamente, y emprendimos la marcha, el por delante. Al llegar a mi dormitorio y penetrar en el, reinaba el mayor silencio. --?Lo ves? dijo mi amigo. Pero en ese instante se desato de nuevo el maullar horrible y Paulino solo pudo exclamar, con acento de terror: --Nino, ies el amo viejo! --iVamos, vamonos de aqui! Y abandonamos aquel pavoroso recinto. El resto de la noche lo pasamos Antonio y yo sin proferir palabra, en sendas butacas de su alcoba, fumando cigarrillos y embargadas nuestras mentes con mil conjeturas, hasta que por la abierta ventana vimos desvanecerse las estrellas y dibujarse en el cielo la claridad de la ansiada aurora. Como debe suponerse, con la luz del dia aumentaron mis deseos de aclarar el extrano suceso, y asedie a mi amigo con mil preguntas, a las que el se excusaba de contestar, diciendo que todo era tambien un misterio para el. Pero a pesar de ello, me convenci de que algo sabia que no queria comunicarme, y tanto le inste, que, al fin, requirio del Administrador unas vetustas llaves, y dijo laconicamente: --Sigueme. Atravesamos todo el corredor, risueno con la luz matinal y el perfume de las plantas que alli habia; bajamos escaleras, recorrimos pasillos, y, por fin, Antonio abrio una pequena puerta, que, al girar en sus goznes, dejo escapar un fuerte olor a papel y badana viejos. En seguida comprendi que era el archivo de la casa. En efecto, hallabase aquella abovedada camara repleta de legajos, infolios y libros, hacinados en varios estantes y cuidadosamente ordenados, segun podia colegirse por los claros numeros y letreros que cada uno ostentaba. Detuvose un instante, y recorrio con la vista aquel vetusto arsenal de papel y pergamino. Extendio el brazo, y bajo de su sitio un legajo de no grandes dimensiones; lo desato cuidadosamente y repaso los expedi
PREV.   NEXT  
|<   15   16   17   18   19   20   21   22   23   24   25   26   27   28   29   30   31   32   33   34   35   36   37   38   39  
40   41   42   43   44   >>  



Top keywords:

Antonio

 

Estais

 

iVamos

 

desato

 

cuidadosamente

 

instante

 

hombre

 

Paulino

 

alcoba

 
Sigueme

laconicamente
 
Atravesamos
 

corredor

 
risueno
 

llaves

 
vetustas
 
requirio
 

Administrador

 

matinal

 

perfume


pasillos

 

pequena

 
puerta
 
recorrimos
 

escaleras

 

plantas

 

bajamos

 

comunicarme

 

preguntas

 

asedie


excusaba

 

contestar

 

diciendo

 

suceso

 

extrano

 

aumentaron

 

deseos

 
aclarar
 

seguido

 

precipitadamente


convenci

 

queria

 
tambien
 

estancia

 

misterio

 

expedi

 
numeros
 
claros
 

letreros

 
cuerpo