efto en vnos Hornos, que para efto
ellos hacian; i de todo ello nofotros tomabamos vn poco, i lo otro
dabamos al Principal de la Gente, que con nofotros venia, mandandole,
que lo repattiefe entre todos. Cada vno con la parte que le cabia,
venian a nofotros para que la foplafemos, i fantiguafemos, que de otra
manera no ofaran comer de ella; i muchas veces traiamos con nofotros
tres, o quatro mil perfonas. Y era tan grande nueftro trabajo, que a
cada vno haviamos de foplar, i fantiguar lo que havian de comer, i
beber, i para otras muchas cofas que querian hacer, nos venian a pedir
licencia, de que fe puede ver, que tanta importunidad refcebiamos. Las
Mugeres nos traian las Tunas, i Aranas, i Gufanos, i lo que podian
haver, porque aunque fe muriefen de hambre, ninguna cofa havian de
comer, fin que nofotros la diefemos. E iendo con eftos, pafamos vn gran
Rio, que venia del Norte: i pafados vnos Llanos de treinta leguas,
hallamos mucha Gente, que de lexos de alli venia a refcebirnos, i falian
al Camino por donde haviamos de ir, i nos refcibieron de la manera de
los pafados.
_CAP. XXX. De como fe mudo la coftumbre de refcebirnos._
Defde aqui hovo otra manera de refcebirnos, en quanto toca al faquearfe;
porque los que falian de los Caminos a traernos alguna cofa a los que
con nofotros venian, no los robaban; mas defpues de entrados en fus
Cafas, ellos mifmos nos ofrefcian quanto tenian, i las Cafas con ello;
nofotros las dabamos a los Principales, para que entre ellos las
partiefen, i fiempre los que quedaban defpojados nos feguian, de donde
crefcia mucha Gente para fatisfacerfe de fu perdida: i decianles, que fe
guardafen, i no efcondiefen cofa alguna de quantas tenian, porque no
podia fer fin que nofotros lo fupiefemos, i hariamos luego, que todos
muriefen, porque el Sol nos lo decia. Tan grandes eran los temores que
les ponian, que los primeros dias que con nofotros eftaban, nunca
eftaban fino temblando, i fin ofar hablar, ni alcar los ojos al Cielo.
Eftos nos guiaron por mas de cinquenta leguas de defpoblado, de mui
afperas Sierras, i por fer tan fecas no havia caca en ellas, i por efto
pafamos mucha hambre, i al cabo vn Rio mui grande, que el Agua nos daba
hafta los pechos: i defde aqui nos comenco mucha de la Gente que
traiamos a adolefcer, de la mucha hambre, i trabajo, que por aquellas
Sierras havian pafado, que por extremo eran agras, i trabajofas. Eftos
mifmos nos llevaron a vnos Llanos, al cabo de las Sie
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