nado, fin pelo, que tocan en el
fuelo, i enjabonanlas con vnas Raices, que alimpian mucho, i anfi las
tienen mui bien tratadas; fon abiertas por delante, i cerradas con vnas
Correas; andan calcados con Capatos. Toda efta Gente venia a nofotros a
que les tocafemos, i fantiguafemos; i eran en efto tan importunos, que
con gran trabajo lo fufriamos, porque dolientes, i fanos, todos querian
ir fantiguados. Acontecia muchas veces, que de las Mugeres que con
nofotros iban, parian algunas, i luego en nafciendo nos traian la
criatura a que la fantiguafemos, i tocafemos. Acompanabannos fiempre,
hafta dexarnos entregados a otros; i entre todas eftas Gentes fe tenia
por mui cierto, que veniamos del Cielo. Entretanto que con eftos
anduvimos, caminamos todo el dia fin comer hafta la noche; i comiamos
tan poco, que ellos fe efpantaban de verlo. Nunca nos fintieron
canfancio; i a la verdad nofotros eftabamos tan hechos al trabajo, que
tampoco lo fentiamos. Teniamos con ellos mucha autoridad, i gravedad, i
para confervar efto les hablabamos pocas veces. El Negro les hablaba
fiempre: fe informaba de los caminos que queriamos ir, i los Pueblos que
havia, i de las cofas que queriamos faber. Pafamos por gran numero, i
diverfidades de Lenguas, con todas ellas Dios Nueftro Senor nos
favorefcio, porque fiempre nos entendieron, i les entendimos, i anfi
preguntabamos, i refpondian por fenas, como fi ellos hablaran nueftra
Lengua, i nofotros la fuia; porque aunque fabiamos feis Lenguas, no nos
podiamos en todas partes aprovechar de ellas, porque hallamos mas de mil
diferencias. Por todas eftas Tierras, los que tenian Guerras con los
otros, fe hacian luego amigos para venirnos a refcebir, i traernos todo
quando tenian, i de efta manera dexamos toda la Tierra en paz, i
diximosles por las fenas que nos entendian, que en el Cielo havia vn
Hombre que llamabamos Dios, el qual havia criado el Cielo, i la Tierra,
i que efte adorabamos nofotros, i teniamos por Senor, i que haciamos lo
que nos mandaba, i que de fu mano venian todas las cofas buenas, i que
fi anfi ellos lo hiciefen, les iria mui bien de ello; i tan grande
aparejo hallamos en ellos, que fi Lengua hoviera con que perfectamente
nos entendieramos, todos los dexaramos Chriftianos. Efto les dimos a
entender lo mejor que podimos; i de ai adelante, quando el Sol falia,
con mui gran grita abrian las manos juntas al Cielo, i defpues las
traian por todo fu cuerpo; i otro tanto hacian quando fe ponia. Es
|