eces,
como si olvidase el presente inmediato, fruncia el ceno, quedando
pensativo y completamente ajeno a cuanto le rodeaba.
--Piensa alguna nueva combinacion maravillosa--decia Torrebianca a su
amigo--. Es admirable la cabeza de este hombre.
Pero Robledo, sin saber por que, se acordaba otra vez de sus
inquietudes y las de tantos otros alla en Buenos Aires, cuando habian
tomado dinero en los Bancos a noventa dias vista y era preciso
devolverlo a la manana siguiente.
Una noche, al salir de casa de los Torrebianca, quiso Robledo marchar
a pie por la avenida Henri Martin hasta el Trocadero, donde tomaria el
_Metro_. Iba con el uno de los invitados a la comida, personaje
equivoco que habia ocupado el ultimo asiento en la mesa, y parecia
satisfecho de marchar junto a un millonario sudamericano.
Era un protegido de Fontenoy y publicaba un periodico de negocios
inspirado por el banquero. Su acidez de parasito necesitaba
expansionarse, criticando a todos sus protectores apenas se alejaba de
ellos. A los pocos pasos sintio la necesidad de pagar la comida
reciente hablando mal de los duenos de la casa. Sabia que Robledo era
companero de estudios del marques.
--Y a su esposa, ?la conoce usted tambien hace mucho tiempo?...
El maligno personaje sonrio al enterarse de que Robledo la habia visto
por primera vez unas semanas antes.
--?Rusa?... ?Cree usted verdaderamente que es rusa?... Eso lo cuenta
ella, asi como las otras fabulas de su primer marido, Gran Mariscal de
la corte, y de toda su noble parentela. Son muchos los que creen que
no ha habido jamas tal marido. Yo no me atrevo a decir si es verdad o
mentira; pero puedo afirmar que en casa de esta gran dama rusa nunca
he visto a ningun personaje de dicho pais.
Hizo una pausa como para tomar fuerzas, y anadio con energia:
--A mi me han dicho gentes de alla, indudablemente bien enteradas, que
no es rusa. Eso nadie lo cree. Unos la tienen por rumana y hasta
afirman haberla visto de joven en Bucarest; otros aseguran que nacio
en Italia, de padres polacos. iVaya usted a saber!... iSi tuviesemos
que averiguar el nacimiento y la historia de todas las personas que
conocemos en Paris y nos invitan a comer!...
Miro de soslayo a Robledo para apreciar su grado de curiosidad y la
confianza que podia tener en su discrecion.
--El marques es una excelente persona. Usted debe conocerlo bien.
Fontenoy hace justicia a sus meritos y le ha dado un empleo importante
para...
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