rer a
caballo para encontrar de tarde en tarde un animal cornudo y huesoso
que iba al descubrimiento y la conquista de algun hierbajo aislado, a
traves de una soledad casi yerma. Ahora, los novillos gordos y
lustrosos, con las patas dobladas bajo su carnal pesadumbre, rumiaban
la suculenta alfalfa, mordida en torno a ellos, sin necesidad de
moverse.
Ademas, don Carlos era considerado como el primer hombre del pais, y
representaba para el una desvalorizacion marcharse a aquellas tierras
de _gringos_, donde ignoraban su historia y nadie le haria caso. Hasta
espaciaba mucho sus viajes a Buenos Aires, pensando que los amigos de
su juventud habian muerto y solo podia encontrar a sus hijos o sus
nietos, que apenas recordaban su nombre. En cambio, todos le hacian
acatamiento en la Presa, como primer propietario del pais. Tambien era
juez municipal, y los inmigrantes cultivadores de las "chacras"
reconocian su autoridad y sapiencia, consultandole en todos sus
asuntos y aceptando sus fallos.
--?Que puedo hacer yo en Paris? iUn papelon!... Dejenme con mi gente y
cada buey que rumie su pasto.
Sentia mucho separarse de sus nietos, pero esta separacion no podia
ser larga. Cuando Celinda y su marido el _gringo_ volviesen, el nino
mayor llegaria a tiempo para que su abuelo le ensenase a montar a
caballo como debe hacerlo un criollo fino.
Precisamente este nieto hacia mucho rato que estaba junto a Robledo,
montando en sus rodillas y dejandose caer en la alfombra.
--iCarlitos, preciosura--suplico la madre--, deja en paz a tio Manuel!
Y anadio, para contestar a todo lo que habia dicho Robledo acerca de
su padre:
--Es verdad, no quiso venir; pero eso no impide que me entristezca
cuando pienso que podia estar aqui, viendo lo que nosotros vemos.
Se aproximo al grupo una senorita elegantemente vestida: la
institutriz francesa encargada de la educacion de Carlitos. Venia a
llevarselo para dar un paseo por el Bosque de Bolonia. La madre tuvo
que acariciarle con vehemente ternura, y aun asi, no pudo sofocar sus
protestas de nino mimado.
--iYo quiero quedarme con tio Manuel!...
Pero tio Manuel necesitaba salir solo, y se lo explico asi al pequeno
tirano, con palabras de excusa.
--Si obedeces a mama y vas con mademoiselle al Bosque, esta noche
cuando te acuestes te contare un cuento muy largo... imuy largo!
Carlitos acepto la promesa, dejandose llevar por la institutriz sin
nuevas rebeldias.
--iYa se fue el despota!
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