, sin guia y casi sin instrumentos arrostra nuevas
dificultades. Esto es lo que con un celo infatigable ha hecho el senor
de Orbigny.
"A la llegada de este senor a Bolivia da principio en cierto modo su
segundo viage. La republica de Bolivia, compuesta de la mayor parte del
antiguo alto Peru, es un pais poco mas o menos igual a la Francia en
superficie: pais notabilisimo bajo su aspecto geografico. Un lago
inmenso; grandes ciudades casi tan elevadas sobre el nivel del mar como
la cima de las mas altas montanas de Europa; montanas que dominan este
lago como el Monte-Blanco domina el Rodano y Ginebra; sobre esas
montanas, ricas minas y las mas encumbradas de cuantas beneficia el
hombre: de la otra parte de las cordilleras, vastas llanuras cruzadas
por grandes rios, navegables en una extension de unas de doscientas
leguas, y cuyas corrientes, poco conocidas hasta de los habitantes
mismos, en nada se asemejan a las representaciones trazadas al acaso en
nuestros mapas; un clima frio en la proximidad del ecuador: sobre una
vertiente de las montanas, tempestades periodicas cada dia durante una
parte del ano, en el resto de el un cielo constantemente despejado;
sobre la otra vertiente, una humedad perpetua; tal es el pais para la
formacion de cuyo mapa detallado el senor de Orbihny ha recogido alli
mismo los elementos minuciosos.
"Estos elementos son reconocimientos ejecutados, para las direcciones,
con ayuda de la brujula, para las distancias recorridas, con el relox en
la mano. Las formas del terreno, dibujadas sobre una grande escala, han
sido hechas a pincel con un talento admirable. No trepido en comparar
estos reconocimientos con lo que el deposito de la guerra posee de
mejor, en este genero, sobre muchos puntos de Espana.
"Para dar, en cuanto a la configuracion del pais, una idea de las
rectificaciones que, segun el senor de Orbigny, requieren los mapas
actuales mas desparramados, bastara citar la posicion de una grande
ciudad (La Paz) trasportada de un lado de la cordillera principal sobre
el lado opuesto. Esto es lo mismo, poco mas o menos, que si un mapa de
Europa presentase a Turin sobre la vertiente de los Alpes que mira a la
Francia.
"Un asunto de investigaciones, que toca menos directamente a la Academia
de ciencias, pero que sera siempre de un interes general, esto es, el
estudio de las lenguas y de las antigueedades del pais, ha dado
resultados muy curiosos al senor de Orbigny: mas de treinta y seis
voc
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