ramages y de fondo punzo: andan
igualmente descalzas. Todo el haber de una familia consiste, por lo
demas, en una casa, en algunos utensilios de cocina, en instrumentos de
caza, como el arco y las flechas, en dos o tres tunicas, en otras tantas
dapis, y en algunas mantas, con que se cubren al acostarse sobre el
suelo desnudo.
Los terrenos de Tumupaza son muy productivos; pero la falta de comercio
hace que sus habitantes no cultiven sino lo muy preciso para satisfecer
sus necesidades. El dinero[1] no es aun conocido entre ellos,
reemplazandolo hasta el presente, para procurarse los objetos que
necesitan, sus frutos que dan en cambio. El escelente cacao[2], que se
cria silvestre hoy en dia por todas partes, puede suministrar lo
suficiente para dar abasto a las ciudades mas populosas. Los Espanoles
creian que, plantado primitivamente este vegetal, habia sido
desparramado entre los bosques por los innumerables monos que en ellos
abundan: como quiera que sea, el cubre actualmente superficies inmensas,
y la sola faena de recogerlo rendiria un producto anual considerable. A
pesar de esta abundancia, que va continuamente creciendo por la
estension que toman los cacahuales, los indigenas solo recogen lo que
les basta para pagar la contribucion personal de seis libras de cacao en
pepita por ano, para darle su racion de ocho libras al cura, a mas,
como de diez a quince libras para trocarlas por los vestidos necesarios
a la familia: lo restante, es decir, millares de libras se pierden todos
los anos, quedando abandonadas a los pajaros y otros animales
selvaticos. Es muy facil comprender que hay sin embargo un motivo, para
que no quieran los habitantes recoger lo sobrante del cacao: esto es,
porque el cura o el alcalde no los fuercen a llevar sobre las espaldas,
por el espacio de sesenta o ochenta leguas hasta la capital, el acopio
de estos frutos. Efectivamente, estos pobres desgraciados son las solas
bestias de carga de su pais, y se les fleta de igual modo que a las
mulas: cada hombre tiene que llevar, junto con sus viveres, treinta y
tres libras de carga, en una cesta llamada _chiquito_, por un salario
tanto mas minimo cuanto que se paga en mercancias, y que no representan
estas sino la mitad del valor real. Cuando hacen estos viajes de
transporte, por cuenta del estado o en servicio del cura o del alcalde,
se les retribuye con la cantidad de _catorce reales_; y cuando lo hacen
por cuenta de los comerciantes reciben _tres peso
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