Se ve pues, por la diferencia de ambos totales, que la provincia dispone
todavia de 94,000 pesos; sirviendo esta cantidad a sus habitantes para
la adquisicion de las mercadurias que les vienen del esterior.
El comercio de esportacion se practica con las provincias vecinas,
situadas sobre la alta planicie del departamento de La-Paz, y con
algunos puntos del Peru. Este comercio, como ya se dijo al hablar de las
parroquias en particular, es puramente de trueque, arreglado sobre
valores ficticios bien inferiores al valor positivo, redundando por lo
tanto en pinguee provecho de los mercaderes ambulantes, que van al efecto
hasta Caupolican. Los articulos comerciales de importacion son: la
carne fresca o salada, el sebo, los quesos, el pan, la sal, la harina,
el aguardiente: toda clase de gruesos tegidos indigenas de lana y de
algodon para el uso de los indios, cierta porcion de telas europeas para
los empleados: las mulas, los caballos y algunos burros de carga para
los trasportes.
Las facilidades de comunicacion son en todo pais el primer requisito
para el adelanto del comercio y de la civilizacion. A este respecto, y
como debe haberse ya entrevisto por los itinerarios que quedan
detallados, los malos caminos han sido siempre en la provincia de
Caupolican el principal obstaculo a la propagacion del comercio: este
estado de cosas era entretanto mantenido de proposito por los empleados
seculares o religiosos, a fin de conservar esclusivamente para ellos el
monopolio de trueques. Habiendo pues el gobierno descuidado del todo y
por largo tiempo la reparacion de los caminos, no podia ciertamente
existir el comercio sino a riesgo de los hombres y de los animales; asi
es que el negociante, al realizar sus ventas, se veia precisado a contar
en el presupuesto de perdidas las mulas que se estropeaban y las que
perecian por causa de los malos caminos. Los inmensos espacios de
terreno pantanoso, sobre los que se colocaban algunos troncos
atravesados para facilitar la circulacion, eran sobre todo los transitos
de peligro, porque donde llegaba a faltar un tronco caia luego la pobre
mula, quebrandose la pierna, o sumiendose hasta los encuentros en el
profundo lodazal. Felizmente el actual gobierno se aplica ya con mucho
conato en mejorar estos caminos, deseoso de dar mayor impulsion al
comercio. Se han renovado algunos antiguos, y hase abierto uno nuevo de
veintidos leguas, que va de Apolo hasta Guanay.
Entre tanto, los gravamenes
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