el
oceano. En cambio, hoy dia la anchurosa avenida del Brasil, a lo largo
de la cual se contemplan muchas imponentes y lujosas mansiones conduce
hasta el cerro, y desde los rompientes se destaca un hotel que bien
merece el calificativo de magnifico.
La historia de este suntuoso arrabal es muy sencilla. Algunos
ciudadanos, que previeron las necesidades del pueblo de Montevideo, se
resolvieron a adquirir estos terrenos, por los cuales la ciudad se
extendia lenta y gradualmente hacia el mar, y los urbanizaron y
explotaron conforme a todos los adelantos verdaderamente modernos,
proporcionandole asi al Uruguay una ciudad encantadora en la playa.
Pocitos no solamente atrae a los residentes de Montevideo que buscan
descanso y sosiego y que desean gozar de los banos de mar y de una brisa
deliciosa, sino tambien a los hombres de negocios de Buenos Aires, que
van alli en busca del descanso y de una temperatura refrescante. En
aquel ameno lugar se goza de una vida muy feliz, semejante a la que se
hace en los lugares de temporada veraniega de la America del Norte. Sin
embargo, alli todavia queda lo suficiente de eso que se denomina
costumbres locales para que la existencia en este sitio se califique de
caracteristica.
Establecense distinciones muy marcadas en cuanto al tiempo en que se
celebran ciertos actos sociales, como suele acontecer en los paises de
origen latino. Por ejemplo, los dias de moda son los martes y jueves.
Los residentes de Montevideo que tengan pretensiones sociales no se
atreven a visitar esta incomparable playa excepto en esos dos dias
especiales en que en el gran muelle que penetra en el mar, desde el
frente del hotel, se efectuan esplendidas y gratisimas reuniones durante
el dia y la noche. Un cordon interminable de damas y caballeros,
vestidos con suma elegancia, entra y sale, pasando por entre las mesas
dispuestas en el amplio y largo portico del hotel. Alrededor de cada
mesa se reunen grupos que contemplan los incidentes del paseo, mientras
toman los refrescos. Los que hayan visto alguna vez a uno de los
animados sitios veraniegos de la costa de los Estados Unidos, en los
momentos de su apogeo, un domingo por la tarde, podran trasladar la
deslumbradora escena a un marco tropical; llenarlo de personajes
escogidos, descendientes de la noble raza espanola; ataviarlos con
arreglo a la ultima moda; y tendran una idea de Pocitos tal como esta en
un dia de moda.
[Illustration: La rambla y la plaza de Poc
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