aviso. ?Verdad que
parece mentira, Dona Monchina?
DONA MONCHA
A mi, todo cuanto se diga de esos malvados, me parece verdad.
BENITA LA COSTURERA
iJesus, que Caines!
_Benita la costurera moja una toalla en la jofaina que trajo llena de
agua caliente, y comienza a lavar el rostro de la muerta. Entre los
labios azulencos renace siempre una saliva ensangretada, bajo la toalla
con que los refriegan aquellas manos irreverentes, picoteadas de la
aguja, y la cabeza livida rueda en el hoyo de la almohada_.
BENITA LA COSTURERA
Ya empieza a hincharse... ?Dona Moncha, no tiene un panuelo que le
atemos a la cara para sujetarle la barbeta, que mire como se le cae
desencajada? iJesus, si parece que nos hace una mueca!
DONA MONCHA
iPobre tia!
BENITA LA COSTURERA
Luego que le hayamos vestido el habito le pondremos un salero sobre la
barriguina.
DONA MONCHA
?Para que eso?
BENITA LA COSTURERA
Siempre contiene esta hidropesia de la muerte. Mire como tiene las
piernas, Dona Monchina.
DONA MONCHA
No la laves mas.
BENITA LA COSTURERA
iSi se ha ciscado toda! ?Quiere que vaya asi a la presencia de Dios? iY
que cuerpo blancoi iCuantas mozas quisieran este pecho de paloma!
DONA MONCHA
Dejala... Yo le vestire el habito.
_Seria y brusca, coge la mortaja y se acerca, apartando a Benita la
Costurera. Con un brazo quiere incorporar a la muerta, y aquellas manos
frias, cruzadas sobre el pecho, se desenredan torpes y caen flojas a lo
largo del cuerpo, en tanto que la cabeza ya rueda sobre los hombros, ya
se hunde en el pecho_.
BENITA LA COSTURERA
Yo le ayudare, Dona Monchina. Apartese.
DONA MONCHA
Corta la mortaja por detras. Es lo mejor.
BENITA LA COSTURERA
No sera preciso... Dejeme a mi. Apartese.
MONCHA
iAcabemos, que ya no puedo mas! iCortala!
BENITA LA COSTURERA
iY no es un dolor, Dona Monchina!
DONA MONCHA
Cortala, te digo. ?Donde tienes las tijeras?
BENITA LA COSTURERA
A su gusto. iLastima de tiempo y de puntadas!
_Benita la costurera obedece con un gesto compungido, y despues,
graves y silenciosas, las dos mujeres amortajan el cuerpo de Dona
Maria_.
[Ilustracion]
JORNADA PRIMERA
ESCENA SEXTA
_Una playa de pinares: En aquella vastedad desierta, el viento y el
mar juntan sus voces en un son oscuro y terrible. La barca, con el
velamen roto, ha dado de traves en los arrecifes de la orilla, y un
marinero salta a reconocer la tierra. El
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