INO
iTu quieres asustarme, gran ladron!
DON PEDRITO
Le has puesto el pie sobre el pecho. Yo la vi levantarse en la caja,
con las dos manos apretadas sobre el corazon, y lo tiene lleno de
espadas como la Virgen de los Dolores. Tambien son de plata,
Farruquino. iNo las dejes! iNo las dejes! iNo las dejes!
DON FARRUQUINO
iLadron, calla, que me estas asustando! iSi se me han puesto los pelos
de punta! iCallaras, ladron!
DON PEDRITO
?Que fue?... ?Por que has apagado la lampara si en la oscuridad los
ojos estan llenos de luces?
DON FARRUQUINO
Cierralos y no hables, que son desvarios del vino.
DON PEDRITO
iApenas lo cate!....
DON FARRUQUINO
Entonces son burlas del amigo a quien hemos dejado sin un cuerno.
DON PEDRITO
Devuelveselo, Farruquino.
DON FARRUQUINO
iUna higa! Bastara con que reces un Credo.
DON PEDRITO
Me parecio ver la sombra de mi madre y hasta entender su voz. iNo pises
sobre la sepultura, porque se levanta, Farruquino!
DON FARRUQUINO
iEstas loco!
DON PEDRITO
?Que le dolera mas, sentir las espadas clavadas en el corazon o el
arrancarselas? iSon siete, y no cabe mentir!... iSon siete, como las
espadas de la Virgen!... Siete de espadas, te jugare, Farruquino, y
tambien el as, la espadona de San Miguel... Todo lo guardas en la
sepultura... Es mejor que el arca de Andreina.
DON FARRUQUINO
iTu quieres asustarme, y voy a abrirte la cabeza, ladron!
_Se vuelve buscando en la sombra del retablo algo que arrojar a su
hermano para ahuyentarle de la tribuna, y alcanza el perro clavado en
las andas de San Roque. Don Pedrito recibe el golpe en mitad de la
frente, y con el rostro atravesado por un hilo de sangre se pone en
pie, palido y sereno_.
DON PEDRITO
iHermano, yo nada quiero de toda esa plata! Llega te dare los brazos
para que subas. Pero vuelve a encender la lampara y dejalo todo como
estaba. A San Miguel dale la espada y su cuerno a Satanas.
DON FARRUQUINO
iUn rayo te parta!
DON PEDRITO
Hermano, sal de ese pozo negro. Llega, y te dare los brazos. Pero no
pises sobre la sepultura. iQue se levanta!... iQue se levanta!... iQue
se levanta!....
_Sale de la estancia andando hacia atras. Despavorido bajo a la
cuadra, donde tiene su caballo, le puso la silla y se lanzo al camino,
aquel camino aldeano de verdes orillas, que cruza por delante de la
casona hidalga. Uno de esos caminos humildes, que guian a todas
partes_.
[Ilustracion]
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