ntes!....
RAMIRO DE BEALO
iRapaz, que me matan!... iAcude aqui!....
DON MAURO
iPara mi, tres!
_El segundon lanza su grito en medio del campo, como un gigante
antiguo, desnudo y vencedor. A sus pies, con la cabeza abierta, muerden
la yerba Sebastian de Xogas y Pedro Abuin. Los otros segundones casi
sucumben bajo la acometida de todos los chalanes unidos_.
DON GONZALITO
iSiete contra tres!... iMiserables!
DON ROSENDO
iComo si fuesen setenta!
OLIVEROS
iYo para uno solo!
_El mozo, siempre blandiendo su pica, va sobre Don Mauro. El bastardo
y el segundon se miran frente a frente: Oliveros palido por el ansia de
la pelea, estremecido con el deseo del vencimiento, y el segundon
fuerte, soberbio, con la cabeza desnuda y las manos rojas de sangre,
como el heroe de un combate primitivo en un viejo romance de Castilla_.
OLIVEROS
iAhora veras si son buenos los hijos de puta!
DON MAURO
iPara mis galgos ha de ser tu lengua!
_Se acometen los dos: El chalan blande su pica, y el segundon, con
arrogante brio, sigue clavandole los ojos, puestas en alto las manos
ensangrentadas, para guarnecer su cabeza desnuda. Restalla el golpe.
Entre las manos del segundon queda la pica, que vuela por los aires,
luego, partida en dos. La lucha continua brava, bella, rugiente. Los
caballos, asustados, huyen arrastrando las riendas, y alla lejos, en
medio de los caminos, relinchan. Manuel Tovio, Manuel Fonseca, Ramiro
de Bealo y el menor de sus hijos acosan en cerco a Don Gonzalo y Don
Rosendo. De pronto, entre el restallar de las picas sobre los craneos y
el concavo tundir de los punos contra los pechos, se levanta, como el
claro canto de un gallo el grito de Don Manro_.
DON MAURO
iPara mi, tres!
DON ROSENDO
iAnimo, hermanos!
DON GONZALITO
iAnimo!
_Como una rafaga, la hueste de chalanes siente el triunfo de los
segundones. En un tacito acuerdo comienzan a cejar, sin vergueenza de
ser vencidos por aquellos tres hidalgos.--iQue para eso son hidalgos y
senores de torre!--Oliveros, en tierra, de cara contra la yerba, ruge,
sofocado por las manos del herculeo segundon. El grito de Don Mauro es
un claro clarin_.
DON MAURO
iPara mi, tres!
[Ilustracion]
JORNADA TERCERA
JORNADA TERCERA
ESCENA PRIMERA
_Una rincon en la iglesia de Flavia-Longa. Lega como mosconeo, la voz
desentonada y gangosa el abad, un exclaustrado ordo, que guia las
Cruces en la Capilla e Jesus Naza
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