tiles todos vuestros codigos que dan al
hombre el gobierno y administracion de la casa para arreglar otros que
entreguen ambos poderes a la mujer; o teneis que admitir a la mujer,
si no quereis eso, en la participacion de los negocios publicos para
que ella pueda, como en el hogar, ayudar al hombre a formar y cimentar
la felicidad de ese otro hogar grande que se llama sociedad.
Se dice que la mujer al presentarse en el escenario politico se
enajenara al punto el respeto y la admiracion del hombre y, lejos
de ganar, perdera las ventajas en que su actual posicion le coloca,
fuera de toda lucha directa con el hombre, siendo adorable y adorada
en todas partes y reinando suprema en el hogar con la autoridad
indiscutible de la madre o de la esposa, envuelta en ese esplendido
manto de gracia y majestad de que la ha dotado la Naturaleza, pura
e impoluta de las manchas que las luchas e intrigas politicas dejan
siempre en la reputacion y en la dignidad humanas.
No creo que haya dejado de expresar deliberadamente en terminos mas
poeticos y exactos la posicion de nuestros adversarios, y al decir
"de nuestros adversarios" yo incluyo a la innumerable legion de
mujeres que titubean aun en pedir el sufragio por consideraciones
que no se si llamarlas egoistas.
Pero, con todo, digo que ese ideal politico de la mujer no puede
desaparecer porque ella sea educada en la politica a la manera que
se educa en las ciencias y en las artes. La educacion politica,
lejos de perjudicar los encantos naturales de la mujer los realzara,
a mi juicio, por la misma razon y motivo que la educacion actual de
la mujer moderna le ha dado otros encantos que no poseia la mujer
antigua. A menos que sostengais que la educacion es en si misma un
mal mas que un bien, que desmejora el caracter en vez de mejorarlo,
no podeis eludir la deduccion de que ampliando los conocimientos y
las experiencias de la mujer, dariais mas vigor, mas energia y mas
encanto a la personalidad femenina.
Nada infunde mayor respeto como la educacion; la educacion es lo que
eleva el nivel de las personas. Desde el momento en que uno muestra
ser educado, al punto obtiene la consideracion y el respeto de los
demas. A pesar de los prejuicios de raza, solamente por su educacion
el hombre amarillo u oscuro puede conquistar el respeto y a veces la
admiracion del hombre blanco.
?Cuando ha inspirado la mujer mayor respeto al hombre sino cuando
la ha visto instruida y educada a su altura en
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