e la vida, asi fuera de el, en la
vida publica, debe compartir con el hombre la responsabilidad
de remediar y de aliviar las desdichas publicas.
La beneficiencia, la caridad, la moral, por algo, tienen
nombres femeninos: y es a la mujer a quien corresponde
el ejercicio de todas esas virtudes en el seno de la
sociedad. Ella debe tomar parte, si es que no debe iniciar
en todos los casos, toda propaganda y toda accion que tienda
a amparar la orfandad, a socorrer la indigencia, a elevar la
idea de la moralidad publica. Ella debe luchar y sufrir, en
medio de la sociedad en que vive por cuanto hay de femenino en
la vida para calmar con un bello gesto de piedad la furiosa
contienda que se libra por la existencia, y durar con el
magico esplendor de su carinosa mirada la noche eterna del
humano dolor. La patria necesita no solo la fuerza de los
hombres, sino tambien la piedad, la caridad de las mujeres;
no solo requiere heroes, sino tambien heroinas. Y las hay,
y las ha habido siempre en la historia de la humanidad: y
las hay y las ha habido en esta nuestra tierra, cuyo especial
privilegio consiste, en sentir de graves autores extranjeros,
en que sus mujeres son superiores a los hombres.
Y estas ninas de hoy que adoran en Rizal y que le dedican sus
cantos y oraciones, manana se convertiran en las ciudadanas,
que no seran, como la infeliz Maria Clara, victimas de las
injusticias sociales, sino reparadoras de ellas, y sublimes
propagadoras del bien, de la virtud de la gloria y grandeza
de su patria.
Si; abrigo esa esperanza, tengo fe en la libertad de la mujer. No
puede permanecer una mitad de la humanidad en la parte superior y otra
mitad en la parte inferior de la escala sin producirse desequilibrios,
lagrimas y sufrimientos. Todos tienden a nivelarse en la vida como
todos se nivelan en la muerte. La humanidad ha descubierto una nueva
luz y su antorcha iluminara aunque los errores y preocupaciones
de los hombres se empenen en cubrirla de tinieblas. iAy de los que
resistan la luz! El mundo marcha, no se detiene en su progreso. Los
que quieran quedar atras se quedaran porque es dado a los seres humanos
ese albedrio, pero sera para lamentar mas tarde su culpa y su retraso.
No me es dado vaticinar la suerte que cabra a los esfuerzos presentes
que hacen las mujeres filipinas para obtener el sufragio; se sin
embargo que
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