ado montanas.
Lo mismo en la China y el Japon que en la India, las altas cimas
sostienen templos consagrados a los dioses, o se las considera como a
genios tutelares o vengativos. Los pueblos procuran que su historia
proceda de estas montanas divinas por tradiciones y leyendas.
Las montanas historicas mas antiguas son las de la China, porque el
imperio del Medio es uno de los primeros pueblos que han llegado a la
conciencia de si mismos, el primero que ha escrito su propia historia de
un modo continuo. Cinco son sus montes sagrados, que se elevan todos en
comarcas celebres por su agricultura, su industria, las muchedumbres que
se agitan en su falda o los acontecimientos que han ocurrido en sus
cercanias. La montana mas santa, la de Tai-Chan, domina todas las demas
cimas de la rica peninsula de Chan-Tung, entre los dos golfos del Mar
Amarillo. Desde la cumbre, a la cual se llega por un camino empedrado y
peldanos abiertos en la roca, se divisan, extendidas a los pies del
observador, las ricas llanuras que atraviesa el Hoang Ho, corriendo ora
hacia uno, ora hacia otro golfo, apagando con su agua la sed de
multitudes de hombres mas numerosas que las espigas en un campo.
El emperador Chung trepo a esa cima hace cuatrocientos treinta anos,
segun lo recuerdan los anales clasicos del pais. Confucio tambien quiso
subir, pero la pendiente es muy aspera; el filosofo no pudo con ella, y
todavia se ensena el sitio en que emprendio la bajada a la llanura.
Todos los dioses grandes y los genios principales tienen templos y
oratorios en la santa montana, asi como las Nubes, el Cielo, la Osa
Mayor y la Estrella Polar. Los diez mil genios detienen el vuelo alli
para contemplar la tierra y las ciudades de los hombres. "El viento del
Tai-Chan es igual al del cielo. Es el dominador del mundo. Recoge las
nubes y nos envia las lluvias. Decide los nacimientos y las defunciones,
el infortunio, la desventura, la gloria y la vergueenza. De los picos que
se elevan al cielo, es el mas digno de ser visitado." Por eso los
peregrinos acuden numerosisimos alla para implorar todas las gracias, y
el sendero esta sembrado de cavernas donde yacen mendigos de asquerosas
llagas que horrorizan al transeunte.
Con mas razon que los chinos, porque sus montanas volcanicas son de una
perfecta belleza de forma, los japoneses miran con adoracion las cumbres
nevadas. No hay idolo en el mundo que pueda compararse a su magnifico
Furiyama, a la "montana simpar" que
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