narnos. En Arabia, los fanaticos soberanos de
Wahabites hacian tapar cuidadosamente todas las fuentes termales y
minerales, por temor a que sus subditos, convencidos de la virtud de las
aguas de sus manantiales, se olvidaran de poner toda su confianza en el
solo poder de Alah. En el porvenir, al contrario, sabremos utilizar
todas las gotas que surjan del suelo, todas las moleculas que salgan a
la superficie y sabremos designar su funcion para el provecho de la
humanidad.
CAPITULO VIII
#Las corrientes y las cascadas#
Mezclandolo todo en su cauce, lo mismo las aguas que bajan del monte que
las fuentes que brotan del suelo, manantiales frios, tibios y termales,
salinos, calcareos y ferruginosos, el arroyo crece y crece sin cesar en
cada vuelta del valle, a cada nuevo afluente. Rapido y alegre como joven
que entra en la vida, ruge y salta desordenadamente; ya le llegara la
calma y hara mas lenta su corriente al llegar a la llanura horizontal y
monotona; en el momento se resbala con alegria por la pendiente
precipitandose hacia el mar. Es que se encuentra todavia en el periodo
heroico de su existencia.
En esta parte de su curso, las corrientes, las cascadas y los saltos,
son los grandes fenomenos de la vida del arroyo. No siendo todavia
bastante fuerte para regularizar completamente la inclinacion de su
lecho, y minar las bases de la roca, arrasar los salientes de la piedra
y reducir a polvo los cantos esparcidos, tiene el arroyo que salvar
estos obstaculos saltando por encima o escaparse por los lados.
Los saltos varian hasta el infinito, segun la altura de las piedras que
ha de franquear, la inclinacion de la pendiente, la abundancia de las
aguas, el aspecto de sus orillas, la vegetacion de sus riberas y el
volumen de las piedras emergidas. Aunque diferentes entre si, todas son
igualmente hermosas, ya por su graciosa forma, ya por su majestad,
sintiendose alegre y satisfecho quien se deja mojar los pies.
Las corrientes son el bosquejo de las cascadas donde toman estas su
impetu, para detenerse luego y precipitarse despues. Aqui, el agua que
choca contra una piedra musgosa la envuelve como con un globo de
transparente cristal, y cine su base con una orla de espuma; alla, la
corriente inclinada desaparece rapidamente por entre dos rocas, y
despues, por encima de ocultos escollos, se repliega en ondas paralelas;
mas lejos, el caudal se divide en varias curvas lanzandose por saltos
desiguales. El hoyo profun
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