que alli posee.
--iBen-Munuza!--exclamo Zama con terror.--iEl renegado
de quien me has dicho....
(p96)
--Descuida....--interrumpio _Manos-gordas_.-- iHoy
puedo yo mas que el! Dentro de un par de horas estare de
vuelta, y veras como se viene[96-1] detras de mi con la humildad de
un perro. Esta es su choza.... Aguardanos en ella, y haznos
05 una buena racion de alcuzcuz[96-2] con el maiz y la manteca
que hallaras a mano. iYa sabes que me gusta muy recocido![96-3]
iAh! Se me olvidaba.... Si ves que anochece y no he bajado,
sube tu; y si no me hallas en la otra ladera del cerro o
me hallas cadaver, vuelvete a Ceuta y echa la carta al correo....
10 Otra advertencia: suponiendo que sea mi cadaver lo que encuentres,
registrame, a ver[96-4] si ben-Munuza me ha robado o no
este pergamino.... Si me lo ha robado, vuelvete de Ceuta a
Tetuan, y denuncia a las autoridades el asesinato y el robo.
iNo tengo mas que decirte! Adios.
15 La mora se quedo llorando a lagrima viva, y _Manos-gordas_
tomo la senda que llevaba a la cumbre del inmediato cerro.
XI
Pasada la cumbre, no tardo en descubrir en la canada proxima
a un corpulento moro vestido de blanco, el cual araba
patriarcalmente la negruzca tierra con auxilio de una hermosa
20 yunta de bueyes. Parecia aquel hombre la estatua de la Paz
tallada en marmol. Y, sin embargo, era el triste y temido _renegado_
ben-Munuza, cuya historia os causara espanto cuando la
conozcais.
Contentaos por lo pronto con saber que tendria cuarenta anos,
25 y que era rudo, fuerte, agil y de muy lugubre fisonomia, bien
que sus ojos fuesen azules como el cielo y rubias sus barbas
como aquel sol de Africa que habia dorado a fuego[96-5] la primitiva
blancura europea de su semblante.
--iBuenos dias, _Manos-gordas_!--grito en castellano el antiguo
30 espanol, tan luego como diviso al marroqui.
Y su voz expreso la alegria melancolica propia del extranjero
que halla ocasion de hablar la lengua patria.
(p97)
--iBuenos dias, Juan Falgueira!--respondio sarcasticamente
ben-Carime.
El renegado temblo de pies a cabeza al oir semejante saludo,
y saco del ar
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